1. |
Na Fin do Mundo
01:49
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Na fin do mundo están todos aqueles ós que lles borraron o seu nome.
Tan alonxados do que era a súa vida; sangue calado, terra podre.
Nin mar azul, nin ceo salgado, non eran eles, non, eran estranos.
Na fin do mundo, aló moi lonxe, non hai paxaros, non quedan flores,
e só uns poucos, homes teimudos, poden vivir na fin do mundo.
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2. |
Canción del Tío Andrés
04:47
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"Que poco dura el amor, y cuánto el interés"
sentado en su sillón cantaba el tío Andrés.
De uno a otro confín basta con una mirada.
Se murió el último adoquín de una plaza
donde ya no queda nada.
Mi palabra no es peor que la que otros ofrecen;
yo también puedo mentir y decir que el cielo es verde.
Buena suerte, ten cuidado, es muy fácil tropezar
y si te ve el hombre del saco, aunque reces,
no tendrás como escapar.
Nadie te podrá oír, tus gritos serán en vano.
¿O es qué nadie te enseñó que todo, todo es obra del diablo?
No se puede acaparar el mundo entero con las manos.
Yo lo tuve que aprender, fue una situación urgente
al apagarse la luz porque no había corriente
cuando el patio era un lugar donde las niñas jugaban,
ahora sólo hay humedad y unas piedras malgastadas
por un viento que se fue lejos de la geografía
y la botella medio llena ahora está,
ahora está medio vacía.
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3. |
El Conflicto
04:59
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Es la solución del conflicto lo más difícil de llevar a cabo.
No es poder ni es cuestión de dinero.
Son las ganas de acabar de una vez con toda la miseria consentida.
Un gigante, un liliputiense más
que bebe cucharadas de jarabe de pan contra la vanidad.
Y cantemos una vez más y, como siempre,
con la garganta rota. Ahora sí, el afán de ser más que los demás
gota a gota se puede secar.
¿Quién auxilia los gritos caidos en un saco sin fondo ni red
propiedad del hombre del molino donde duermen el hambre y la sed,
el odio, el amor, la locura?
Las palabras más cobardes viven con los gobernantes
entre excusas de que todo cambiará, nada va a ser igual.
A esos necios que aseguran decir siempre la verdad,
en verdad les pregunto: ¿Qué coño es la verdad?
tal vez sea su silencio y nada más.
Así que tal y como está el mundo soy de los que creen
que aún quedan muchas, muchas normas que romper.
Gritémosle al oído a quien no quiera escuchar que ahora ya no,
no nos vais a callar ni una sola vez más.
Los humanos nos quejamos de la falta de sustancia material
para erradicar las ganas de incordiar.
Ten cuidado con caer en un pozo del que no puedas salir.
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4. |
La Ley de la Rueda
05:35
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Me dijo que, desde el respeto, se abolía la ley de la rueda,
por la cual quien se niegue a sí mismo
debe hacerlo tres noches enteras
porque viendo como terminan los árboles tras el verano,
quien las barbas no se haya afeitado, que las ponga a remojar.
¿Para qué vender hambre en días de guerra y llorar otra vez un poco, un poco de más,
si detrás del telón no hay escena, no hay obra, no hay nada que representar?
Entiendo que no se detengan a esperar por los que no llegan.
la historia también tuvo fallos que nunca debió cometer.
Llegaron a puerto palabras que salieron por la boca
de quien con el alma rota afirmó una negación.
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5. |
Yo y mis Actos
02:49
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Yo soy yo y mis actos, lo que hago y lo que no hago,
la carne que no como en la cuaresma, las velas de la cena.
Bajando por el callejón antes de las ocho y media
hay hombres y mujeres dependientes del alcohol
que arrastran cadenas, su tiempo se acabó.
Yo soy yo y mis actos, lo que hablo y lo que no hablo,
las cosas que no guardo en un cajón, la soga del ahorcado.
Yo soy yo y mis actos, el único acusado,
las noches que parece que no va a salir el sol,
el resto de manzana que Adán nunca comió.
Tortuga de mar, ¿A dónde quieres llegar?
Si aquí sólo hay tierra firme y en el mínimo despiste dejas de respirar.
Yo soy yo y mis actos, las hojas del calendario,
los días que no pudieron llegar, la lanza del soldado.
Yo soy yo y mis barcos, los restos del naufragio,
el alma que dá vida al ollomol,
las teclas del piano en noches de Rock and Roll
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6. |
Vals de los Desesperados
05:06
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Es el vals de los desesperados, los que buscan placer a diario.
Aquellos que perdieron todo el amor una mala tarde de verano.
Es el vals de los primos-hermanos que buscaban un lugar donde jugar
y se encontraron con montes quemados y playas que ya no tenían mar.
Medicina antisocial, que solamente se vende con receta
en farmacias de barrio sin ley donde viven los buenos muchachos.
Piruetas, triple salto mortal, laberintos de enredaderas.
Un vaso con una copa de más a la salud de los viejos poetas.
Bebe un trago de sucio licor con sabor a tiempos pasados
y bailar hasta desfallecer con el vals de los desesperados.
Poesías de felicidad inundaban los libros ajenos;
Ojalá yo pudiera tener uno de esos poemas, un verso.
Una bolsa de oscuro carbón, un hogar que nunca formamos.
Enfermedades del corazón, más de tres ya es demasiado.
Ve despacio, cuidado al andar, llegarás pronto a la estación.
Coge el tren dirección sentido contrario para estar a salvo.
Aún maldigo cuando pregunté por ti al viento del sur;
Entre risas su respuesta fue: Ella está dónde quieras tú.
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