1. |
Hay que Correr
03:08
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Se encienden las luces; Hay que correr.
Nadie dijo que fuera fácil. Bajo la lluvia, envuelto en papel,
Se deshace un sueño frágil de alguien que nunca
sabrá cómo volver a un nuevo punto de partida.
No es un juego. Es algo más cruel que nada bajo las alcantarillas.
Nunca descansa esta ciudad; Aves nocturnas la sobrevuelan.
Buscan a tientas algún lugar hasta que el sol viene y las lleva.
Los niños lloran, no pueden jugar,
la ciudad enterró sus pertenencias.
Hay gente discreta que no quiere hablar.
Es mejor, por protección, no decir nada.
Corre una brisa de mar artificial. Nadan los peces a contracorriente.
Solo aquellos que no miran atrás, sobreviven tras la emboscada.
Dicen: Cuidado, te pueden pescar! Siempre hay quien se desangra.
Se encienden las luces; Hay que correr.
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2. |
Nas Bocas Pechadas
03:33
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Calquera plaza, calquera lugar;
Tiro na testa e volver a empezar:
Patada no peito do fillo secreto
do tipo máis triste que teñas detrás.
Saen das voces de netos sen pais
berros moi fortes que xa non poden máis.
Esconden historias, máis pena que gloria,
que calquera noite van a reventar.
Deste cadrado non podes saír.
Por ti decidiron que é mellor así.
E non digas nada, xa sabes, nas bocas pechadas
as moscas non poden entrar.
Como paxaros veñen e van.
Voan moi alto coas súas sombras detrás.
Esconden segredos de vellos ancestros
que nunca ninguén poderá escoitar.
Deste cadrado non podes saír.
Por ti decidiron que é mellor así.
E non digas nada, xa sabes, nas bocas pechadas
as moscas non poden entrar.
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3. |
Historias de Tren
02:56
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Historias de tren; No hay nada que hacer
cuando, sin querer, descubren que el mundo les engaña
y no es cierto lo que ven.
Entre la espada y la pared, eligen la espada.
Buscaban sentir que eran libres al fin
para poder decir que aquí ya nada los ata.
Y ocurrió que no fue así. Era la ciudad la que los atrapaba.
Quisieron inventarse el mundo que querían ver.
Pronto, ya se dieron cuenta de que algo no iba bien.
El plan falló.
Historia fatal; Hermanos de sal
que buscan consuelo bajando más allá de los abismos
pretendiéndose encontrar.
Pero después de un largo tiempo, se perdieron de verdad.
Quisieron inventarse el mundo que querían ver.
Pronto, ya se dieron cuenta de que algo no iba bien. El plan falló.
Dejaron de hablar de la prosperidad, de los días de paz
que habían guardado en la memoria y, después de naufragar,
se vendieron por dos duros; Hicieron de la guerra su paz.
Quisieron inventarse el mundo que querían ver.
Pronto, ya se dieron cuenta de que algo no iba bien. El plan falló.
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4. |
Mi Propia Soledad y Yo
04:30
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Qué difícil expresar lo que uno siente
cuando no sabe muy bien qué es lo que realmente siente.
La cabeza, dando vueltas: La certeza de que todo irá a mejor
si es cierto que el tiempo cura todo y limpie el lodo de mis zapatos
rotos de tanto, rotos de tanto caminar sin dar un paso atrás
por desiertos inundados de sed: de la sed de quien no puede beber
y está pidiendo agua a gritos que desgarran las gargantas,
que se pierden en la arena. Nadie los puede escuchar;
Porque no tienen oídos.
Solo ángeles caídos, heridos en batallas que terminan
en operación a corazón abierto son capaces de entender
a quien padece algo normal y que tarde o temprano pasará
porque todo es pasajero: La respuesta está en el viento.
Suben y bajan por estados de ánimo que buscan acabar
con quien se siente malherido, aunque siempre positivo,
con las fuerzas necesarias como para no rendirse
ni pensar que hasta aquí llegó el camino.
Y otra vez, y como siempre, nos volvemos a quedar solo los dos:
Mi propia soledad y yo.
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5. |
Oscura Luz
03:54
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Yo te hago una oferta, tú si quieres la aceptas;
Puñal a medianoche, muerte al amanecer.
Yo pongo el papel, tú el puño y la letra;
Yo te hago una oferta, tú si quieres la sellas.
Tenemos la manzana en la cabeza,
Guillermo Tell apunta con la flecha;
El te hizo su oferta, tú si quieres la desprecias.
Despues de tanto tiempo apuntando hacia el cielo
el arco se rompió.
Carita de calavera, oscura luz que me ha de alumbrar.
Del uso al abuso hay un paso
y ya no quedan más pasos que dar.
Carita de calavera, oscura luz que me ha de alumbrar.
Yo te ofrezco una siesta, tú si quieres te despiertas.
Salieron ranas las princesas modernas,
no vas a ser tú la excepción;
Yo buscaba un rincón, donde dejar la vergüenza.
El agua no llegó al río, el río no llegó al mar.
Cada gota siguió su camino; algunas quedaron atrás.
Después de tanto tiempo jugando con el fuego,
la llama se apagó.
Carita de calavera, oscura luz que me ha de alumbrar.
Del uso al abuso hay un paso
y ya no quedan más pasos que dar.
Carita de calavera, oscura luz que me ha de alumbrar.
Yo te ofrezco una siesta, tú si quieres te despiertas.
Carita de calavera, oscura luz que me ha de alumbrar.
Yo te ofrezco una siesta, tú si quieres te despiertas.
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6. |
Humano
04:52
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Yo, también tuve que arrastrarme por el barro,
de forma sigilosa, con cuidado;
No quiero que mis huellas me delaten.
Y sigo aquí, tratando de entender por qué he pecado,
saber si el tiempo puede ir más despacio,
si el miedo a continuar podrá alcanzarme.
Alguna vez, quizás alguna vez seremos viejos
y haremos el amor con los recuerdos
que brotarán de un nuevo amanecer.
Salto por los tejados, siempre tropiezo en los mismos charcos,
con rumbo desorientado e instinto a flor de piel.
Arriesgo y me equivoco;
Siempre con gente, siempre tan solo.
Aunque mude mil veces la piel
como un animal lucharé, como humano caeré.
Miente aquel que dice que nunca padece,
que no se llora, que hay que ser valiente.
No creo en la palabra del predicador.
Camino a punto de perder el equilibrio,
buscando una trinchera, un abrigo,
un vaso de agua que calme la sed.
Sin dejar de ser un animal que siente miedo,
que no quiere escupir mirando al cielo,
que sabe que el final estallará.
Salto por los tejados, siempre tropiezo en los mismos charcos,
con rumbo desorientado e instinto a flor de piel.
Arriesgo y me equivoco;
Siempre con gente, siempre tan solo.
Aunque mude mil veces la piel
como un animal lucharé.
Buscaré respuestas más allá de las doctrinas
y una lluvia fina refrescará mi piel.
Vago cabalgando sobre la cuerda floja;
Que el baile se acaba, la hoguera se moja otra vez.
Salto por los tejados, siempre tropiezo en los mismos charcos,
con rumbo desorientado e instinto a flor de piel.
Arriesgo y me equivoco;
Siempre con gente, siempre tan solo.
Aunque mude mil veces la piel
como un animal lucharé, como humano caeré.
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7. |
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Agora é certo que xa non lles temos medo:
Non nos asusta ninguén daqueles que dicían
que non nos perdonarían a vida.
Xogaron demasiado. Non superon ter parado e foiselle das mans.
A sorte está botada. A nós saleunos cara, e caerán.
Eran os valientes, os das armas ata os dentes.
Os máis fortes do lugar e síntense feridos
por non ternos reprimidos e loitar.
Agora é certo que xa non lles temos medo:
Non nos asusta ninguén daqueles que dicían
que non nos perdonarían a vida.
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